Por: María Sol Rodríguez Sedeño
1. Introducción
El desarrollo publicitario en Internet ha generado el debate entre publicidad y privacidad. Con las redes sociales, el debate se profundiza por su plan de negocio basado en la posibilidad de segmentación como resultado de los datos registrados por los usuarios y el seguimiento y análisis de su navegación. El tema que se propone abordar será la problemática actual en torno a las redes sociales, la privacidad y las TICs. Dentro de esta área temática de estudio, se enfocará hacia el análisis sobre cómo las empresas de publicidad y marketing recolectan la información sobre los usuarios en las redes sociales para el mejoramiento de alcance al público.
En la actualidad, los medios de comunicación constituyen un papel fundamental en, prácticamente, todas las esferas de las sociedades modernas. Esto se agudiza con las nuevas tecnologías, convergencia técnica y de servicios y las nuevas redes sociales. La publicidad ha financiado los medios de comunicación de forma total o parcial. Los medios de comunicación venden su espacio de difusión como audiencias potenciales consumidoras. En los medios de comunicación tradicionales, el consumidor fácilmente diferenciaba la publicidad del resto de contenidos y se encontraba acostumbrado al formato publicitario. Sin embargo, a veces, el mensaje publicitario digital aparece de forma integrada a otro tipo de contenido (información, entretenimiento, videos, música, videojuegos, etc.). Pero los medios de comunicación también ofrecen información sobre sus espectadores. Brindan información necesaria a la publicidad sobre el tipo de espectador que consume determinado espacio de un medio de comunicación para especificar el mensaje y, así, optimizar la distribución del mensaje para que llegue al potencial consumidor. En la publicidad la segmentación o individualización de audiencia es esencial para la óptima distribución de las pautas publicitarias y la mejor rendición de las mismas. Con las nuevas tecnologías y las redes sociales, la publicidad está en el apogeo de la segmentación de audiencia. Cualquier actividad realizada en la web es útil para la recolección de información (datos personales, de navegación, comportamentales, imágenes, creaciones, etc.). Las cuentas de Google, YouTube y Facebook, entre otras, recolectan gran cantidad de información sobre los usuarios: su sexo, edad, las páginas que visitan, a partir de qué link el usuario entró a tal página, cuánto tiempo estuvo en la página web hasta irse, etc.
¿Dónde está el límite entre el tráfico de información de las redes sociales y la privacidad de los mismos? ¿Se transgrede realmente la privacidad de los usuarios si ellos acceden, a través de la aceptación de “Términos y condiciones” de uso de las redes sociales, a que sus datos sean expuestos? ¿O las redes sociales sacan provecho de que los usuarios aceptarán los “Términos y condiciones” ya que si no quedarán marginados de sus grupos sociales? ¿Qué tipo de información dan estas redes sociales a las empresas de publicidad? Lo que este trabajo abordará será la respuesta y el análisis de estas preguntas, y de la circulación de información que se realiza entre la empresa publicitaria y la red social. Para ello se examinarán distintos aspectos sobre el asunto, una entrevista realizada a Pablo Rodríguez (presidente y dueño de una agencia de marketing digital), notas periodísticas y se analizaran a la luz de la bibliografía obligatoria.
2. Descripción
Los «inventos técnicos se dan siempre dentro de las sociedades, y que las sociedades son siempre algo más que la suma de relaciones e instituciones de las cuales los inventos técnicos han sido excluidos mediante una definición falsamente especializada.» (Williams, 1992: 184). A partir de esto, se abordará la problemática sobre la información que dan las redes sociales a las empresas de publicidad sobre los usuarios y la forma en que esto puede o no atentar la privacidad de los mismos.
Dentro de esta área temática de estudio, pueden identificarse como agentes intervinientes a los usuarios de las redes sociales, quienes proveen la información y cuya privacidad corre riesgo, a las empresas productoras de publicidad (tanto las empresas de publicidad, agencias de marketing digital o las mismas empresas que quieren publicitar sus productos), que tienen acceso a la información de los usuarios y capacidad de manejo de la misma para sus fines, y, finalmente, a las empresas de redes sociales en general, quienes recolectan y proveen la información sobre los usuarios para fines comerciales (que por lo menos son los que se trataran en este trabajo aunque también pueden utilizarse para otros fines). Una red social, al ser tecnología, «está necesariamente ligada, de forma compleja y variable, a otras relaciones e instituciones sociales, si bien un invento técnico particular y aislado puede considerarse, e interpretarse temporalmente, como de carácter autónomo.» (Williams, 1992: 185).
Según la Internet World Stat, se estimo que dentro del 7,017,846,922 de las personas (población mundial), 2,405,518,376 son usuarios de Internet. Establecio una penetración mundial del 34.3 por ciento . Se limitará al análisis hacia Google y Facebook ya que, al tener el oligopolio de la información por sobre las otras redes sociales, son las privilegiadas dentro del campo de estudio. En la actualidad, Google y Facebook, entre medios digitales, ocupan un lugar privilegiado de uso para todo usuario en Internet. De allí radica su importancia en social marketing. Esto se relaciona con Manuel Castells, en su texto, “La ciudad informacional”, cuando plantea que el «modo de desarrollo informacional es que en este caso el conocimiento actúa sobre el conocimiento en sí mismo con el fin de generar una mayor productividad.» (Castells, 1995: 34). Google actualmente tiene 782.3 millones de visitas únicas mensuales, al día se realizan 3,278,688,524 búsquedas, lo que además lo hace controlar prácticamente el 25 % del tráfico mundial. Google capta el 88 % del mercado global de buscadores. «Facebook, por su parte, tiene más casi 700 millones de integrantes activos en todo el globo, los cuales comparten más de 30 mil millones de piezas de contenido por mes, como enlaces, noticias periodísticas, entradas de blogs, álbumes de fotos, entre otras.» (Siri, 2011: 105). En septiembre del año 2012 Facebook poseía alrededor de 188.4 millones suscriptores en America Latina. Facebook surgió en el año 2004 en Estados Unidos y en Octubre del 2011 se instaló en la Argentina, en Capital Federal, para abrir sus oficinas con el objetivo de participar en el mercado publicitario. La oficina se encuentra en el microcentro porteño y brinda servicios de publicidad, marketing y comunicación para todos los países hispanohablantes. Por su parte, Google surgió en 1999 y al siguiente año Google presentó AdWords, su sistema de publicidad online. En el 2007 se instaló en Argentina, con una oficina en Puerto Madero, para brindar sus servicios a todos los países hispanohablantes. Según Pablo Rodríguez, esto generó un cambio positivo para la relación entre las empresas de publicidad y Google. «Ahora, al haber una oficina local de Google en Puerto Madero, es como que se están encargando de fidelizar a las empresas de marketing digital», afirmó. Actualmente, en Argentina, Facebook comprende 15 millones de usuarios registrados. En Argentina más del 90% de los usuarios de Internet usan alguna herramienta de Google. Casi todos los navegantes argentinos pasan alguna vez en el mes por el buscador de Google o por Youtube. «Otros datos interesantes pertenecen a Google, quien paso de 25 millones de páginas indexadas en 1996 a 40 mil millones en 2010 y que, además, habría aumentado la velocidad de búsqueda en 1600 veces.» (Siri, 2011: 107). En relación a esto, puede mencionarse que «el surgimiento relativamente simultáneo de estas variadas tecnologías y la sinergia creada por su interacción contribuyeron a su rápida difusión y aplicación, lo cual aumentó el potencial de cada tecnología e indujo a un desarrollo mayor y más rápido del nuevo paradigma tecnológico.» (Castells, 1995: 37). Las empresas de publicidad se adaptaron a esto y encontraron una manera de optimizar su alcance, lograr una mejor segmentación y una interactividad con la audiencia.
Según Manuel Castells, «en el modo informacional de desarrollo el conocimiento moviliza la generación de nuevo conocimiento como fuente clave de la productividad a través de su impacto sobre los otros elementos del proceso de producción así como sobre sus relaciones. » (Castells, 1995: 34). Pablo Rodríguez comenta: «Internet va y viene, o sea, vos das cosas y te devuelve cosas. Te conoce, porque vos aprestaste unos clicks en la pantalla y te conoce. Lo que te ayuda en medio digital es a conocer más a la persona.». Las empresas de publicidad funcionan como punto de vinculación entre las empresas ofertantes y las redes sociales digitales. Según Pablo Rodríguez, «a diferencia de lo que ocurre en otros países, acá suele haber un intermediario entre Google y el cliente, que somos las empresas de marketing digital». Cuando Google se instaló en Argentina se generó un cambio positivo en la relación entre las empresas de publicidad y Google. Pablo Rodríguez afirma que «ahora, al haber una oficina local de Google en Puerto Madero, es como que se están encargando de fidelizar a las empresas de marketing digital».
«Muchos servicios online generan en los usuarios una falsa sensación de comodidad, confianza y seguridad que los lleva a publicar en la Red lo que normalmente no comentarían con cualquier desconocido en la calle» (Siri, 2011: 111). Cuando un usuario se registra en Facebook debe poner su nombre, apellido, mail, fecha de nacimiento y sexo . Sobre el botón “Regístrate” se indica “Al hacer clic en Regístrate, aceptas las Condiciones y que has leído la Política de uso de datos, incluido el Uso de cookies.” En la “Declaración de derechos y responsabilidades de Facebook” se enumeran distintas condiciones de uso. En el segundo punto, “Compartir el contenido y la información”, el último ítem aclara: “Siempre valoramos tus comentarios o sugerencias acerca de Facebook, pero debes entender que podríamos utilizarlos sin obligación de compensarte por ello (del mismo modo que tú no tienes obligación de ofrecerlos).” Por otro lado, en la sección de “Uso de Cookies” de Facebook se indica: “Nosotros, nuestros afiliados, terceros y otros socios utilizamos estas tecnologías como medida de seguridad y con el fin de ofrecer productos, servicios y publicidad y recabar información acerca del uso que se hace de ellos. Con estas tecnologías, un sitio web o una aplicación pueden almacenar información en tu navegador o dispositivo para volver a leerla en otra ocasión. En esta página, te explicamos con más detalle cada una de estas tecnologías y cómo se utilizan.” Allí se explica la forma en que se utiliza la información y datos que los usuarios, las cookies, los píxeles, el almacenamiento local y otras tecnologías similares brindan para la publicidad, localización, análisis y estudios. Sin embargo, estos “Términos y condiciones” no se encuentran en primera instancia al registrarse como usuario, sino que uno debe, proactivamente, ir en su búsqueda con los links que se muestran en la frase sobre el botón de “Regístrate”.
Entonces, las redes sociales recolectan la información y las empresas de marketing lo procesan, lo analizan y lo manejan para sus propósitos. ¿Y el consumidor? ¿Es consciente de las consecuencias de dar información? ¿Es consciente de todo este tráfico de información? ¿El consumidor saca beneficios al tener la publicidad solamente de los productos que le interesan? ¿O solamente es un proveedor de información para que otras empresas (tanto las redes sociales como las empresas que publicitan) se beneficien económicamente a su costo?
3. Análisis
3.1. Análisis desde “El código y las leyes del ciberespacio”, de Lawrence Lessig.
Lawrence Lessig, en su texto “El código y las Leyes del ciberespacio”, expone que tanto en la vida real como en el ciberespacio la conducta de las personas están reguladas por cuatro tipos de restricciones: la ley, las normas sociales, el mercado y la estructura o naturaleza. La ley correspondería a las regulaciones normativas que condicionan y limitan nuestro marco de acciones. «Las normas sociales -las comprensiones o expectativas acerca de cómo debo comportarme, impuestas no a través de una agencia centralizada, sino mediante las comprensiones o expectativas de casi todos los miembros de una comunidad- dirigen y determinan mi conducta en una variedad de contextos de forma más amplia que cualquier ley» (Lessig, 1998: 1). El mercado regula la conducta a través del precio. La conducta es regulada de acuerdo a las leyes y comportamientos del mercado a través del precio, de la oferta y demanda de productos y servicios. Finalmente, está la «restricción de lo que podríamos llamar naturaleza, pero que prefiero denominar «arquitectura». Esta restricción tiene que ver con las condiciones de existencia en el mundo material real que condicionan las posibilidades de acción. «El hecho de que no pueda ver a través de esa pared es una restricción de mi capacidad para saber qué está sucediendo al otro lado de la misma» (Lessig, 1998: 2).
Lawrence Lessig expone que, en la actualidad, existe la falsa creencia de que el ciber-espacio es un espacio libre e irregulable. «Esta es la era de lo ciber-libertario. Vivimos en un momento en el que se ha hecho muy popular cierta imagen falsa del ciberespacio. Esta es más o menos la siguiente: el ciberespacio es inevitable, más aún, es irregulable» (Lessig, 1998: 2). Esta afirmación es falsa ya que la conducta en el ciber-espacio está reglada por los cuatro tipos de restricciones ya mencionadas, al igual que en la vida real. Pero esta regulación ocurre de diferente forma: «mientras celebramos la libertad «inherente» de la red, la arquitectura de la red está cambiando ante nosotros. La arquitectura está pasando de ser una arquitectura de libertad a una de control» (Lessig, 1998: 8).
En el ciber-espacio, la conducta de las redes sociales está regulada por la ley ya que las deben presentar al inicio una explicación de los “Términos y condiciones” que ellos ofrecen. La ley y el marco legal normativo regula la conducta de las redes sociales ya que al crear una página y difundirla se harán patentes de invención y propiedad del servicio y red social en cuestión. Toma la precaución de establecer los términos, condiciones y compromisos que el usuario asume al formar parte de esta red social. En el caso de Facebook, se explica la forma en que se utilizará la información entregada a Facebook. En este sentido, más allá del debate sobre la explicitud de estos “Términos y condiciones”, éstos están presentes y, en ese aspecto, tienen un respaldo legal. Por lo tanto, la ley es un regulador en las redes sociales digitales ya que, para mantenerse abiertas, deben cumplir las determinaciones legales. De lo contrario corren el riesgo de ser censuradas. Es por eso, y dado el alcance global que tienen, que toman varias precauciones. Por ejemplo, no permitir que los usuarios transgredan normas legales que los pongan en riesgo de ser cerrados. Estas son algunas de las condiciones que estipula Facebook en su Declaración de derecho y responsabilidades:
1. No publicarás comunicaciones comerciales no autorizadas (como correo no deseado, «spam») en Facebook.
2. No recopilarás información o contenido de otros usuarios, ni accederás de otro modo a Facebook, utilizando medios automáticos (como harvesting bots, robots, arañas o scrapers) sin nuestro permiso previo.
3. No participarás en marketing multinivel ilegal, como el de tipo piramidal, en Facebook.
4. No subirás virus ni código malintencionado de ningún tipo.
(Fecha de la última revisión: 11.12.12)
Es evidente que, tanto Facebook como las redes sociales en general, están condicionadas por las regulaciones legales para poder ser sustentables en el tiempo y no correr el riesgo de ser cerradas.
Sobre invasión a la privacidad de los usuarios con la recopilación de datos, las redes sociales tienen la precaución de explicar, con antelación a la creación de la cuenta, la forma en que serán utilizados los datos. Sin embargo, cuando un usuario quiere crear una cuenta en Facebook primero debe brindar su nombre, apellido, correo electrónico, fecha de nacimiento y sexo y sobre el botón de “Regístrate” se explica: “Al hacer clic en Regístrate, aceptas las Condiciones y que has leído la Política de uso de datos, incluido el Uso de cookies”. Pero este texto se encuentra en letra de color tenue, pequeño tamaño y en donde, para acceder a la ampliación de cuáles son las condiciones en cuestión, debe abrir los links de forma proactiva. Puede conjeturarse, entonces, que el verdadero sentido de exponer los “Términos y condiciones” antes de registrarse es meramente legal. Si lo que se busca es prevenir al usuario de lo que se compromete al registrar una cuenta, se mostraría de forma más explícita los “Términos y condiciones”. Pablo Rodríguez afirma: «Por eso es tan importante la regulación. Si vos dejas avanzar algo y no ponés límites, vos como empresa vas a avanzar lo más que puedas. Así se manejan las corporaciones, van a hacer todo lo que pueden».
El mercado determina el comportamiento tanto de las redes sociales, como de las empresas de publicidad y empresas de bienes y servicios como a los usuarios. Entre los distintos fines que puede tener una red social (además de la búsqueda de innovación tecnológica, etc.) está la búsqueda de una ganancia económica. «El mercado constriñe en el ciberespacio como lo hace en el espacio real» (Lessig, 1998: 3). Pero no va a cobrárseles a los usuarios, ya que no lograría ser una red social tan masiva, por lo tanto el servicio no es pago. Pero tampoco es gratuito ya que, para hacerlo rentable, el costo de servicio serían los datos de los usuarios para que las empresas de publicidad encuentren un lugar nuevo para dar su mensaje. De esta manera, a través de las leyes del mercado, se regula la conducta de las redes sociales cuando actúan en función de que la red social sea más rentable, y de las empresas de publicidad cuando recogen y analizan los datos de los usuarios para no desperdiciar dinero enviándole el mensaje a gente que no es relevante. Las regulaciones del mercado también determinan a los usuarios cuando utilizan las redes sociales en cuanto a que sean gratis. Si fueran pagas, los usuarios serían más cuidadosos al leer las condiciones, las utilizarían de distinta forma por tratarse de un servicio pago (con más frecuencia o con otros fines, solo si fuera necesario y no como recreación) o no las utilizarían.
Pero, en definitiva, todas estas regulaciones de la conducta en el ciber-espacio están determinadas y se llevan a cabo a partir de la estructura o naturaleza del mismo. «El código del ciberespacio es él mismo una especie de poder soberano. Es un poder soberano competidor. El código es él mismo una fuerza que impone sus propias reglas a la gente que está en el ciberespacio» (Lessig, 1998: 11). El hecho de que para registrarse uno deba, obligatoriamente, ingresar sus datos (nombre, apellido, fecha de nacimiento, sexo y correo electrónico) y aceptar los términos de condiciones forma parte de la estructura digital de la red social. El hecho de que la recolección de datos se genere de forma implícita (a través del seguimiento de cookies y las páginas recorridas) está determinado por la estructura o naturaleza del ciber-espacio. «El código, el mercado, las normas y la ley, combinados, regulan la conducta en el ciberespacio, de la misma forma que la arquitectura, el mercado, las normas y la ley regulan la conducta en el espacio real. » (Lessig, 1998: 4). La naturaleza o arquitectura del ciber-espacio determina la conducta de los usuarios, ya que no pueden acceder al servicio sin poner sus datos y hacer click en el botón de “Regístrate”. Y al hacerlo estarían aceptando, inevitablemente, las condiciones y compromisos de Facebook por imposición de la estructura digital de la página web. La estructura o naturaleza del ciber-espacio también regula la conducta de las redes sociales ya que, a partir de ella, tienen acceso a la información de los usuarios y encuentran un negocio de publicidad en ello. Y, finalmente, la estructura del ciber-espacio también determina la conducta de las empresas de publicidad ya que no pueden elegir la forma en que publicarán su publicidad, sino que lo hacen de acuerdo a lo que le ofrece la red social y evalúan respecto a ello. Pablo Rodríguez plantea esto como un problema: «la relación con Google es casi completamente anónima porque casi que del otro lado no hay nadie, es como un fantasma que anda solo, es una pantalla que se auto-administra».
Por lo tanto, según el marco de categorías propuesto por Lawrence Lessig, en relación a la problemática planteada de la invasión a la privacidad de los usuarios por la recolección de datos para la publicidad, las regulaciones de ley, normas sociales, mercado y estructura determinan la conducta de los agentes mencionados de forma similar a como sucede en el mundo real. Aunque se diferencia en que el usuario no puede escapar a la estructura presentada por la página. No se puede registrar una cuenta y oprimir el botón de “Regístrate” sin aceptar, obligatoria e inevitablemente, las políticas. Y no se puede navegar sin generar datos de seguimiento y cookies en el navegador. «Debemos examinar cómo este código es un poder soberano emergente -omnipresente, omnipotente, amable, eficaz, creciente- y debemos desarrollar, contra este poder soberano, los límites que hemos desarrollado contra los poderes soberanos del espacio real.» (Lessig, 1998: 13). Según Pablo Rodríguez, esta relación entre las empresas de publicidad y las redes sociales debería de poder mejorarse ya que genera distintos baches y complicaciones. Y comentó: «He tenido casos en que recuperar “Fanpages” ha llevado meses. Este anonimato que tienen muchas empresas digitales, a veces generan muchos problemas en ese sentido. Pero la relación con los medios digitales debería ser mejor, para mí».
3.2. Análisis desde los demás textos de la materia.
Raymond Williams considera que «una tecnología siempre es, en el sentido más amplio del término, social. » (Williams, 1992: 185). Pablo Rodríguez entiende a las redes sociales, en este mismo sentido, como una «extensión tecnológica de las relaciones sociales humanas». Por lo tanto, si bien las redes sociales son un invento tecnológico y forman parte del ciber-espacio, está determinado, en términos de Lessig, por las mismas regulaciones que el mundo real y, entre ellas, por las normas sociales. «El código, el mercado, las normas y la ley, combinados, regulan la conducta en el ciberespacio, de la misma forma que la arquitectura, el mercado, las normas y la ley regulan la conducta en el espacio real.» (Lessig, 1998: 4). Pero una diferencia radical que tienen las redes sociales es la forma implícita y propia de su formato técnico de recopilar información. Y es que las redes sociales no cobran dinero al usuario por el uso de su servicio, sino que cobran datos.
«La telecomunicación se convirtió en el vector clave para la difusión y máximo aprovechamiento de las nuevas tecnologías, permitiendo el desarrollo de las conexiones entre diferentes unidades de procesamiento para facilitar la formación de sistemas de información» (Castells, 1995: 36). Con el avance y desarrollo tecnológico, constante e ininterrumpido, se han generados nuevos tipos de intercambios. En este sentido, ya no se financia una red social con dinero, sino que a través del otorgamiento de datos. Este nuevo sistema de intercambio (servicio a cambio de datos) pone en evidencia al paradigma informacional en donde la información es la nueva fuente de riqueza. El «el modo informacional de desarrollo el conocimiento moviliza la generación de nuevo conocimiento como fuente clave de la productividad a través de su impacto sobre los otros elementos del proceso de producción así como sobre sus relaciones» (Castells, 1995: 34). Las redes sociales recopilan datos de los usuarios, de las cuentas y de seguimientos de cookies en el navegador para poder financiar su servicio con las empresas de publicidad que administran esos datos para una mejor segmentación y una distribución más personalizada del mensaje publicitario. Así como, en la antigüedad, los diarios abarataron los costos de venta para financiarse a través de la publicidad, las redes sociales brindan un servicio “gratuito” en términos de dinero explicito, pero a costo de la entrega de información del usuario para un mejor negocio con las empresas de publicidad. «Así, las interrelaciones específicas de una tecnología y sus condiciones económicas y sociales producen resultados en modo alguno determinados por la naturaleza de la tecnología como tal e, inclusive en algunos casos, como en éste, pueden contradecirla» (Williams, 1992: 196). De esta forma, puede verse cómo las redes sociales, además de ser un invento técnico, contienen una dimensión social constitutiva que les da forma. En las redes sociales y la recopilación de datos se encuentra un modelo de negocios evolucionado. Y es que «dentro de la revolución informacional en curso, la finalidad de las nuevas tecnologías de la información es procesar» (Castells, 1995: 39).
Las redes sociales recopilan los datos para la financiación de sus instalaciones y servicios a través de la entrega de esos datos a las empresas de publicidad. Laura Siri plantea una distinción «entre la información gratuita y libre y aquella por la cual hay que pagar un precio en dinero o en datos personales» (Siri, 2011: 109). Las redes sociales entran en la segunda categoría. No debe catalogarse, entonces, a los servicios de Facebook o Google como gratuitos, ya que los datos de los usuarios son los que financian, en definitiva, estos servicios. Con respecto a esto, Pablo Rodríguez opina «La recopilación de datos es todo. Se toman los datos para después utilizarlos para que los anunciantes vendan cosas. La recopilación de datos es la clave de las redes sociales y de los medios digitales». Y explica que Google y Facebook recopilan datos de distintas formas. Google recopila datos a partir de las búsquedas realizadas y el seguimiento de cookies en el navegador. Es decir, cuando se visita una página se deja una cookie en el navegador, y luego se te aparecerán páginas y publicidades en relación al contenido de la página primera. Facebook, en cambio, va en búsqueda de datos. Si bien también hace seguimiento de cookies, posee un perfil del usuario y le exige datos. Incluso para registrarse se debe, obligatoriamente, introducir el nombre, la edad, el mail y el sexo.
En una “Encuesta a Usuarios de Internet” , realizada en marzo del 2013 por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación, se revela el conocimiento de los usuarios en relación al aumento de la publicidad en Internet. Por lo tanto, es este aspecto, los usuarios son conscientes del incremento de la publicidad en las redes sociales.
Y, a pesar del conocimiento del incremento de la publicidad online el número de entradas aumenta.
Por lo tanto, puede suponerse que existe cierto consenso y aceptación por parte de los usuarios para con la publicidad online.
La publicidad ha encontrado el apogeo de la segmentación ya que se logra disminuir la distancia y el margen de error al ofrecerle el mensaje publicitario a la persona indicada, es decir, al potencial consumidor, o como se dice en publicidad, al “target indicado”. Ante esto, Pablo Rodríguez afirma: «Es como con las películas de ficción de futuro, que analizando el iris del ojo, ya te conoce. La publicidad es como eso, solo que conoce a tu computadora. Facebook lo único que hace es pedirte datos». El punto de debate, en este tema, tiene que ver con establecer el límite entre éste modelo de negocios y la privacidad del usuario. «Hay información voluntariamente aportada a redes sociales y sitios web que, en algún momento, puede volverse en contra de quien la divulgo.» (Siri, 2011: 111). Pero las redes sociales se cubren legalmente al exponer los “Términos y condiciones de servicio”, donde explican los usos que se le darán a la información de los usuarios obtenida. Sin embargo, estos “Términos y condiciones” no se presentan de forma tan explícita. Como se mencionó anteriormente, en Facebook, al oprimir el botón de “Regístrate” se aceptan todas las políticas, términos, condiciones y responsabilidades. No obstante, esta aclaración se presenta con una letra de tamaño y colores muy sutiles. Si se actuara impulsivamente, se aceptarían las políticas y condiciones sin leerlas. Pablo Rodríguez piensa que «la gente no le presta atención a las políticas. La gente hace cosas sin evaluar el costo beneficio, actuamos impulsivamente. En ese sentido, considero que se toma provecho de la impulsividad de la gente para invadir su privacidad». «Muchos servicios online generan en los usuarios una falsa sensación de comodidad, confianza y seguridad que los lleva a publicar en la Red lo que normalmente no comentarían con cualquier desconocido en la calle» (Siri, 2011: 111).
Por lo tanto, las redes sociales sí toman provecho de la impulsividad de los usuarios para reunir datos y quedar legalmente cubiertos. Si las intenciones de las redes sociales fueran advertir al usuario sobre la recopilación de datos, no lo explicarían de forma tan sutil y disimulada, sino que expondrían los “Términos y condiciones” de forma explícita. Por ende, éstos sólo se exponen para cubrirse legalmente. Y al aprovecharse de la impulsividad y comodidad de la gente, se demuestra un intento de invasión a la privacidad. Pablo Rodríguez afirma una forma de corregir esto: «trabajamos con empresas de afuera, uno de los requerimientos era que en los formularios de captación de datos se ponía un check box que decía “acepto las políticas de calidad”. Fue obligación mostrar las políticas de calidad, porque si no el que leía tildaba y seguía». En definitiva, sea como lo comenta Pablo Rodríguez o de otra forma la forma en que se presenta y se aceptan los “Términos y condiciones”, debe corregirse y deben implementarse regulaciones para evitar que los usuarios acepten una cuenta sin conocimiento de las responsabilidades que aceptan.
En una “Encuesta Nacional sobre Protección de Datos Personales a Sujetos Regulados por la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares y Población en General” realizada por la organización Ipsos se reveló que sólo el 16% de las empresas que se manejan con datos de los usuarios pide autorización para transferir esos datos a terceros. Por lo tanto el 84% restante otorga datos personales a terceros sin la autorización de los usuarios.
Por lo tanto también se atenta a la privacidad de los usuarios en este aspecto ya que no se pide autorización a los usuarios para distribuir sus datos a terceros.
Otro aspecto negativo de esto tiene que ver con que una persona puede crearle una cuenta a otra en su nombre y se estarían aceptando los “Términos y condiciones” de recopilación de datos en nombre de otra persona que pudo no enterarse de lo que sucedía con sus datos. En este sentido, deben imponerse regulaciones que cubran este aspecto. Si se considerará a los “Términos y condiciones” como un contrato, el click que un usuario puede hacer para aceptarlos no equivale a una firma, ya que puede ser oprimido en nombre de otra persona. Si una persona le hace una cuenta en nombre de otra, debido a que por cómo se presentan estos “Términos y condiciones”, cualquiera puede aceptarlos en nombre de otra persona, y, así, se estaría permitiendo que se viole la privacidad de una persona que no tiene una cuenta. Ante esto Pablo Rodríguez comenta: «Si vos le hicieras el Facebook a tu mamá y le publicaste en su muro que fue a comer con 10 amigas (…) y después te peleas con tu mama y se lo dejas su Facebook ¿Qué hace tu mamá? ¿Llama a Mark Zuckerberg y le pide que le baje el Facebook? Va a quedar su Facebook ahí, diciendo que fue a bailar tango con sus amigas, y quizá tu mama no quiere que le muestren eso».
Otra irrupción contra la privacidad de los usuarios, tiene que ver con el hecho de que cualquier persona puede tener acceso a esta información, no solo las empresas de publicidad. En este caso, cualquier persona que quiera perjudicar a otra, puede hacerlo a través de estas herramientas que las redes sociales ofrecen. Ante esto Pablo Rodríguez comenta: «Si vos tenés un resentimiento con alguien, es muy fácil mandarla al frente. Con dos o tres maniobras haces que cuando alguien googlee a esa persona encuentre algo malo de ella. Yo no entiendo cómo no hay gente que no lo hace eso». En este sentido, serían necesarias ciertas regulaciones para que los datos de los usuarios no puedan llegar a las manos equivocadas. El hecho de que las redes sociales expongan los datos de los usuarios sin regulaciones en cuanto quienes pueden acceder a dicho datos, permitiendo que malintencionados puedan dañar a los usuarios, es un aspecto de las redes sociales y la recopilación de datos que viola con la privacidad de los usuarios. Por lo tanto deben tomarse medidas preventivas y regulaciones, por parte de las redes sociales, para que esto no suceda.
- Conclusiones
La recopilación de datos por parte de las redes sociales efectivamente toma provecho de la impulsividad de la gente y la comodidad e ingenuidad de los usuarios en los espacios virtuales. Y se demuestra con la poca y sutil explicación que se da sobre la recopilación y utilización de los datos. Como por ejemplo, en el caso de Facebook se ve el disimulo de la explicación sobre los “Términos y condiciones” que se aceptan al registrar una cuenta. Además, Pablo Rodríguez, como profesional en marketing digital, afirma que las corporaciones actúan hasta donde se lo permiten las regulaciones legales y que siempre buscan engañar al usuario. Sin embargo, a pesar de esto, él opina que las redes sociales son un gran avance tecnológico y que generan un servicio que vale la pena pagar, aunque sea con datos. En este sentido, afirma: «Es como si vivo en una ciudad, tengo que aspirar el humo de los autos. Si vos entras en este mundo digital, entras en el mundo digital con lo bueno y con lo malo».
Pablo Rodríguez afirma: «Si uno le dijera clarito “mira voy a rastrear tu información en web para hacer publicidad y para que la publicidad te llegue a vos, yo creo que a nadie le molestaría». En efecto, la utilización de datos de los usuarios para la publicidad online no atenta la privacidad de las personas, ya que sólo tiene el fin de recortar gastos proporcionando un mensaje al “target” indicado. El hecho de que a las personas reciban la publicidad específica para su “target” no atenta su privacidad ya que se manejan los datos que los usuarios entregan, no para monitorearlos o como forma de control, sino que para perfeccionar la segmentación y les lleguen pautas publicitarias específicas para él. Sin embargo, el punto que se pone en cuestión tiene que ver con cúales son las regulaciones al respecto. Las agencias de publicidad utilizan los datos de los usuarios para un mejor alcance de las pautas publicitarias, pero no en una forma de control e invasión de la privacidad de las personas. Pero quien decide que una empresa lo utilizará con fines meramente comerciales y de perfeccionamiento de los servicios y no con la intención de dar mal uso (es decir, en la búsqueda de hace daño a los usuarios) a esos datos.
En conclusión, se deben tomar ciertas regulaciones que están haciendo falta para asegurar la privacidad de los usuarios en el futuro. En primer lugar debe hacerse más explícito y evidente los “Términos y condiciones” que los usuarios aceptan al registrar una cuenta en una red social o al utilizar el servicio de Google. Se deben imponer regulaciones a las redes sociales en general para que sean explicitas a la hora de aclarar los “Términos y condiciones” del servicio previo a la creación de una cuenta. Para evitar que la impulsividad del usuario le impida tomar conciencia de lo que está aceptando. En segundo lugar, deben imponerse regulaciones para que la recopilación de datos no caiga en manos de agentes de control, sino con empresas que solo busquen mejorar sus servicios pero sin dañar la privacidad e integridad de las personas. Imponer regulaciones que responsabilicen a las redes sociales ante cualquier evidencia de daño a la privacidad o integridad de las personas, aun si son ejecutadas por otra entidad ya que se expone a los usuarios al ofrecer sus datos. Y finalmente, imponer regulaciones para que impedir que cualquier persona pueda hacer una cuenta en nombre de otra persona ya que si esto sucede se estarían poniendo en exposición datos de otra persona. Las redes sociales deben garantizar que la única persona que puede ser capaz de sacar una cuenta en su nombre sea, justamente, la propietaria de los datos.
- Bibliografía
- Williams, Raymond (ed.) (1992), Historia de la comunicación, editorial Bosch, Barcelona. Capítulo “Tecnologías de la información e instituciones sociales”, p. 182-210.
- Lessig, Lawrence (1998), Las leyes del ciberespacio”, conferencia Taiwan Net ’98, mimeo, Taipei.
- Castells, Manuel (1995), La ciudad informacional: tecnologías de la información, reestructuración económica y el proceso urbano-regional, Alianza Editorial, Madrid, 504 p (fundamentalmente Introducción y Capítulo 1).
- Siri, Laura (2011) “Entre la explosión informativa y la sombra digital”, en L. Siri y G. Vázquez Villanueva (comps.) Casos Concretos. Comunicación, Información y Cultura en el siglo XXI, La Crujía, Buenos Aires, p. 103-124.
- Anexos
– Entrevista
Entrevistado: Pablo Rodríguez Nieto. Presidente y dueño de “Web360”, una agencia de marketing digital.
1) ¿Qué son las redes sociales?
«Las redes sociales, en mi forma de ver como profesional en marketing, son la extensión tecnológica de las relaciones sociales humanas en la plataforma tecnológica que hoy está tan extendida con Internet, etc. No hace falta que te diga que Facebook es la más renombrada. Pero lo que es interesante en las redes sociales es que, en los últimos tiempos, empiezan a haber redes sociales muy orientadas hacia diferentes objetivos o diferentes públicos en donde, por ejemplo, vos te encontrás con una red social como Facebook que está orientada puramente a lo que es un amplio target de personas que es familias, amigos, hasta por qué no negocios, y después tenés redes sociales que son más, por decirlo de alguna manera, de nicho. Redes sociales como LinkedIn, que son redes sociales específicamente de relaciones entre personas de negocios, y después están las redes sociales que tienen que ver con sofisticaciones tecnológicas. Por ejemplo, el capítulo de redes sociales de geo-localización que es un ejemplo de forma nueva de redes sociales, como por ejemplo FourSquare es una red social que lo que permite, y le da un valor agregado, es que por medio de los teléfonos celulares y sus GPS, uno estando en un lugar determinado, el celular te localiza en un lugar determinado y te permite hacer un check-in en ese lugar. Cada local, negocio, institución, cualquier lugar que esté dado de alta como un lugar para ser un potencial check-in. Primero me geo-localiza, a través del GPS del celular, y después me va diciendo qué tengo alrededor. Las redes sociales son muy jóvenes y se basan en la tecnología, no son más que una extensión, para mí, de lo que son las actividades sociales de la gente. Cuando a vos te borran de Facebook sentís de la misma manera que cuando no te atienden el teléfono., o cuando a vos te ponen un “like” lo sentís como una aprobación, etc. Pero lo interesante que está ocurriendo en las redes sociales es que, al haber dispositivos cada vez más sofisticados, con más innovaciones tecnológicas, si la gente que desarrolla las redes sociales se ayorna a eso puede generar redes sociales cada vez más interesantes y más valiosas para los anunciantes, para la gente, etc.»
2) ¿Con qué medios se relacionan como empresa de marketing digital?
«Básicamente, Google tiene una posición totalmente dominante en lo que es la publicidad digital, que ahora se está viendo un poco opacada por Facebook y otras redes sociales. Pero Google es en sí un gran monopolio que descubrió una manera de hacer publicidad muy innovadora, muy interesante, muy justa y muy conveniente para, como los americanos suelen decir, el “Win Win”. Gana el que publicita y gana el que oferta. Ese modelo de negocios que inventó Google permite revolucionar toda la publicidad. Lo bueno es que puso la publicidad al alcance de muchísimos pequeños emprendimientos, organizaciones, partidos políticos. Permitió que la publicidad pueda llegar a ser accesible a casi todo el mundo de manera muy barata. Lo novedoso que hace Google es tratar de direccionar la publicidad exactamente a quien necesita escuchar esa publicidad. Por eso, en cuanto a qué medios uno se tiene que relacionar, aunque a uno no le guste, con Google. Y ahora con Facebook. Y después con los medios tradicionales. Lo que están haciendo los medios digitales, diarios digitales, etc. es copiar el modelo de negocios de Google para relacionarse con la publicidad porque es un muy buen modelo de negocios, sirve a las dos partes, al que oferta y al que demanda, porque une la relevancia de la oferta y la demanda de forma muy efectiva. Google, desde hace 10 años, en lo único que trabaja es en mejorar esa relevancia y para que cada vez los desvíos entre oferta y demanda sean lo menor posible. Por eso se ha trasformado en un gran monopolio que uno está supeditado a seguir sus políticas, aun cuando les gusten a uno o no. »
3) ¿Cómo es esa relación? ¿Cómo interactúan con ellos?
«Google está pensado para que el pequeño anunciante pueda acceder y administrar su publicidad. Este modelo de negocios en Estados Unidos funciona bárbaro, pero después se fue derramando por todo el mundo. Nosotros por nuestra idiosincrasia y nuestra manera de ser, y lo he vivido con muchísimos clientes, hay un descreimiento de este sistema publicitario. En mi caso, como empresa, empecé a trabajar en Google muy incipientemente en Estados Unido. Luego, en 2007, traté de copiarlo acá en Argentina. Cuando yo trabajaba para empresas americanas, en la mayoría de las empresas, el dueño administraba la publicidad en Google. Tienen una idiosincrasia distinta, los pequeños comerciantes están más amigados con esos modelos de negocios. Cuando esa tendencia viene para Argentina, uno iba a vender el servicio de Google Adwords y la gente se mostraba totalmente descreída y desconfianza, millones de dudas y preguntas. La gente que, en esa época, entró a hacer publicidad en Google le fue maravillosamente bien y la gente que no entró, está arrepentidísima de no haber entrado. Entonces, la relación con Google es casi completamente anónima porque casi que del otro lado no hay nadie. Es como un fantasma que anda solo, una pantalla que se auto-administra. La gran cuestión con Google es que antes no había teléfonos para hacer cualquier consulta. Es como una gran compañía que del otro lado vos no sabes quién está. Lo único que sabes es que funciona. Del otro lado hay como un ente que vos no sabés bien qué hay, como si fuera una pantalla donde vos armás tus campañas en el programa que te da Google, a través de Internet, y funciona. Y si algún día tenés un problema, tenés un mail, lo mandas y algún día alguien te contesta sin apellido. Esa fue una cuestión que duró mucho tiempo. Ahora, Google se instaló en la Argentina para manejar todos los países de habla hispana. Al haber una oficina local de Google en Puerto Madero, se están encargando de fidelizar a las empresas de marketing digital. A diferencia de lo que ocurre en otros países, acá suele haber un intermediario entre Google y el cliente, que somos las empresas de marketing digital. Por eso hay tantas pequeñas empresas de marketing digital, porque al cliente no le gusta lidiar con Google, no entiende cómo puede poner una tarjeta de crédito y que nadie le atienda el teléfono del otro lado. Las agencias hacemos de nexos entre Google y las empresas. Google siempre quiso evitar esto, pasar por arriba de las agencias e interactuar directo con el cliente. Ahora está mimando un poco más a las agencias porque se dio cuenta que son las que les llevan clientes. Google mejoró en algunas cosas y en otras empeoró. Una cosa en la que está mejorando es que tiene más en cuenta a las agencias, cosa que no ocurre en Facebook. En Facebook, nosotros o los clientes hacen publicidad y del otro lado no sabes qué pasa. Por ejemplo, si te bloquean las tarjetas por cualquier motivo, no tenés con quién hablarlo. O si vos tenés una organización y haces una “Fanpage” en Facebook y la delegaste en una persona que se fue, no la podés recuperar más. Hay un montón de baches y huecos que generan problemas. Esas cosas, por mi experiencia, se empiezan a solucionar solo cuando la empresa empieza a tener más contacto. Pero todas estas empresas digitales donde se pauta publicidad, quieren hacer tener el menor costo operativo en cuanto a lo que es soporte técnico. Que sean maquinas perfectas que funcionen, que ganen plata y que no tengan que gastar dinero en esto. Las relaciones con las redes pueden ser simples, complicadas o complicadísimas. Como el caso que di de Facebook. He tenido casos en que recuperar “Fanpages” ha llevado meses. Este anonimato que tienen muchas empresas digitales, a veces generan muchos problemas en ese sentido. La relación con los medios digitales debería ser mejor, para mí. Y creo que las empresas que hacen esto, cada vez ponen más empeño en tratar de lograrlo. Pero es tan exponencial la llegada que tienen, imagínate los costos que pueden tener esas empresas para atender a toda la masa que terminan atendiendo. Y el ejemplo clave es Mercadolibre. Mercadolibre es una empresa que atiende a millones de personas por día. Si tuviera que tener el servicio técnico para atender a todas esas millones de personas creo que no sería una empresa rentable. Sus procesos y sus cuestiones están hechas para eso, para que para las personas todo funcione automáticamente.»
4) ¿Cómo cambió el desempeño publicitario con las nuevas tecnologías?
«Internet va y viene, vos y te devuelve. Te conoce, porque vos aprestaste unos clicks en la pantalla y te conoce. Te ayuda a conocer más a la persona. Los publicitarios tenemos que hacer muchísimo más esfuerzo en pensar ideas que sean interesantes para la cantidad de avances tecnológicos que hay. Hay tanto avances tecnológicos digitales, y tan pocas ideas, y todo va tan rápido. Si es difícil pensar una campaña de televisión, o un aviso en el diario, que es unilateral, imagínate ponerse a pensar una campaña para Internet, un medio digital, donde tenés que pensar variables que ni siquiera conocés porque las variables van cambiando. Con las redes sociales se amplió el panorama de opciones. En lo digital, ¿Uno sabe todas las cosas que te pueden hacer? No. ¿Vos sabés que yo puedo dejar una marca en tu computadora, después rescatarla para saber que vos estuviste en tal página y mostrarte a vos eso y no mostrárselo a otro que usa otra publicidad? No. Hay muchas cuestiones técnicas que, si se utilizan con inteligencia y se unifican con la idea, es poderosísimo y hace que explote. Google tuvo dos grandes inventos: la publicidad por click y lo que se llama re-marketing: cuando uno navega y busca un pasaje en “Despegar”, entras a la página web de “Despegar”, esto te deja un cookie en el navegador y cuando volvés a entrar a otra página, que no tiene que ver con viajes, te aparece la publicidad de “Despegar”. Es como con las películas de ficción de futuro, que analizando el iris del ojo, ya te conoce. La publicidad es como eso, solo que conoce a tu computadora. Facebook lo único que hace es pedirte datos. Te pide la edad, el sexo, la ocupación, si tenés hijos, donde estuviste, donde estudiaste, el primario, el secundario, etc., y empieza a armar tu perfil. Después las páginas que te gustan, de moda, de tal medio, etc. Con estos datos perfeccionan tu perfil. Luego le da ese perfil al publicitario. Hay una diferencia entre Facebook y Google, a mi manera de ver. Google brinda una publicidad donde la persona es proactiva a buscar, es decir, la persona está buscando algo. En cambio, Facebook te propone, es más como los medios tradicionales. Pero el aviso que aparece en Facebook dependerá de tus gustos y de tu comportamiento en Facebook. Totalmente personalizado. Cuando ponés tu edad decís “bueno pongo mi edad ¿qué problema voy a tener por poner mi edad?”, pero cuando vos tenés 40 o 50 años no te van a ofrecer lo mismo que a un chico de 15 años. A un chico adolescente le van a ofrecer un desodorante Axe, a uno de 40 un tiempo compartido y a un señor mayor un retiro. La publicidad digital empieza a tener grietes de seguimiento y de persecución distinta que es interesante. Google sigue siendo pionero en eso. Por ejemplo, cuando Google conecta el sistema de “calender” del celular, estás de viaje y te dice: “mira que el check in en el hotel es dentro de tantas horas”, está integrando un dispositivo de teléfono con el calendario y da un dato de valor agregado. Te avisa que tenés que hacer el check in en una hora. Google vuelve a ser el pionero en todo esto.»
5) ¿Qué tan útil es la recopilación de datos por las redes sociales para la publicidad?
«La recopilación de datos es todo. Se toman los datos para después utilizarlos para que los anunciantes vendan cosas. La recopilación de datos es la clave de las redes sociales y de los medios digitales. Google recolecta datos de una manera y Facebook de otra. Google te deja en el navegador una muestra de la que página visitaste. Facebook te pregunta todo lo que puede. Un pro de Facebook es que lo que decís es personal porque tu cuenta es personal. En cambio, Google detecta sin que vos creas que te das cuenta. Si visitás una página de tango para Google a vos te gusta el tango. Pero qué pasa si vos no sos el único usando la computadora en tu casa. Ahí no va a servir. Son dos maneras distintas de recopilar. Las dos son válidas y las empresas las quieren usar para que nosotros, las agencias de publicidad, recolectemos la mayor cantidad de datos posibles para gastar menos plata y mostremos el mensaje a quien queremos mostrar el mensaje. Ellos van a hacer todo lo posible para que el público sea relevante, para que la gente encuentre lo que busque. Google siempre va a hacer posible para que la información que te devuelva sea relevante. Todo razonamiento en contra de eso va en contra del modelo de negocios de Google. Google tiene como objetivo perfeccionar eso, perfeccionar eso y que la persona encuentre lo que busque. Por eso Google penaliza tanto cuando uno quiere hacerle trampa. Constantemente, y sobre todo antes, los marketineros queríamos hacerle trampa a Google, queríamos desviar las búsquedas y Google se empecina en castigar a los que quieren engañar porque si vos querés engañar a Google, en definitiva, querés engañar a la persona que busca. Y por eso se ha perfeccionado mucho ese tema. Es muy difícil que vos busques una cosa y te aparezca otra. Antes era muy común poner en Internet una palabra y que te aparezca Mercadolibre como un genérico y ahora eso pasa cada vez menos.»
6) ¿Qué tan completa es esta recopilación?
«Es completa. Google y Facebook dan herramientas de recopilación y análisis de datos. Todos estos datos que uno recibe del usuario, Google y Facebook te los dan. Son tantos datos que es muy difícil de procesarlos. Y uno siempre se queda corto en sacarle todo el provecho porque es tanta la información que tenés que hacer recortes. Es tremendo y es frustrante a la vez. Decís: “mira toda la información que tengo” y sabés que no la usás toda. Google tiene una herramienta llamada Google Analytics. Y cuando uno se da cuenta del poco uso que le da a esa herramienta, se frustra. Pero tampoco te dan los tiempos y tampoco hay gente que sea tan especialista en eso. Termina sobrando contenido por todos lados. Sabés con qué computadora abrió la página, con qué resolución, si es una netbook, si es una notebook, si la visitó a las tres de la mañana, etc. Si empezás a hacer cruces, son tan infinitos que te volvés loco. A veces sirve, pero son tantos que terminás usando el 20% de eso. La recopilación es buenísima, el tema es que es tanta que no se termina utilizando. La utilizamos por menos de lo que se podría utilizar. El acceso lo tenés gratis, lo tenés, está, lo tenés ahí guardado por años, pero generalmente no lo utilizamos como lo deberíamos utilizar. Es tan grande que no se termina de utilizar. Los datos están, el problema es cómo los asimilas. »
7) ¿Qué tipos de datos son los que se reúnen? ¿Mucho más que lo necesario? ¿Qué sucede con los que no son necesarios?
«Sí, yo creo que se reúnen mucho más que lo necesario. Con lo que no es necesario depende. Por ejemplo, a veces es necesario saber de qué tipo de dispositivo un usuario ingresó a una página, y otras veces no. Si el cliente quiere saber si tiene que desarrollar una aplicación para celulares que le va a salir un montón de plata, va a querer saber cuánta gente ingresó a su sitio por celulares. Los datos que reúnen son muchísimos. El único dato que Google no reúne es la identidad de la persona. No podés saber quién visitó la página. No pueden saber que yo, Pablo Rodríguez, visitó la página. Todo lo demás lo sabe. A veces la gente no deja rastro de que visitó la página porque no mandó un mail, ni llamó por teléfono, sino que la mira, la analiza y se va. Hay servicios en Estados Unidos, que hacen entrecruzamientos de datos con los IP de las empresas y pueden decir “tal empresa te visitó”. Y eso va para el lado de ventas, hay un llamado proactivo y te ofrece esos complementos. Google no hace eso. Nunca el dueño de la página va a saber que soy yo, “Pablo”, el que visitó la página. Lo que sí, mi computadora se va a adecuar al tipo de búsqueda que yo hago, porque yo le puse un +1 a esa página y la próxima vez voy a priorizar esa página sobre otra. Pero nunca te va a dar Google, por ahora, la identidad de la PC, ni de la IP, ni la identidad de la persona. Cosa que Facebook sí hace, por ser un perfil. Youtube también es un buscador importante. Es parte de Google. Funciona con este sistema de publicidad de arrastre y re-marketing. Si estás logueado para subir videos, estás identificado. Pero ese dato no te lo van a dar. Si vos te logueas, tenés tu cuenta en Youtube, subís un video no te van a dar ese dato. Vos podés navegar por Youtube y van a tomar tus preferencias pero no te van a dar la identidad. Nosotros, generalmente, utilizamos las herramientas que nos brindan estos medios. Estos medios te dan herramientas de armado de campañas y de relevamiento de la campaña. Por ejemplo, Google Analytics. Facebook va creciendo muy fuertemente con eso, cada vez su herramienta de análisis es mejor. La herramienta de Google viene funcionando hace años y cada vez es más poderosa. La herramienta de Facebook cada vez se va nutriendo más. Hay muchas herramientas en el mercado de análisis pero nosotros, generalmente, las empresas de talla mediana-pequeña utilizan herramientas de los propios servicios de Google o Facebook. Porque son herramientas confiables que ellos mismos tienen. Después hay herramientas complementarias que te ayudar a mezclar Twitter, Google, etc. A mi forma de entender, son herramientas menos confiables pero que, a grandes volúmenes de información, son inevitables para poder controlarlo porque llega un momento que la información es tanta que es imposible poder manejarlo. Necesitás herramientas que confluyan todas en una. Ahora hay un auge de todo eso que todavía no se ha terminado de desarrollar. Seguramente, y para mí, lo van a terminar sacando estos propios medios porque estas herramientas es para que reinviertas más plata, y a ellos les conviene que reinviertas más plata en sus medios.»
8) Como integrante de una empresa de marketing digital, ¿considera que el acceso a esta información sobre los usuarios puede pensarse como invasión a la privacidad? ¿Por qué?
«Creo que la amenaza a la privacidad de los usuarios parte más por otro lado. No parte tanto por la información que te dan estas herramientas porque, como dije, estas herramientas no te dan la identidad de las personas. Si, te pueden dar que tantas personas son de un partido político pero no te van a decir quiénes son las personas. Por ese lado, no te están brindando datos sensibles. Yo lo que veo es que dan por sentado muchas veces cosas que no están bien. Nosotros atendemos casos de reputación digital, de reputación online. Gente que, por algún motivo, tienen links que los perjudican en la web. Hay mucha gente que con Twitter, con Google mete la pata y no se da cuenta que mete la pata de forma muy fuerte. Eso sí creo que es una manera de atacar la privacidad de la gente. Porque si vos das un perfil de Facebook a una persona que no es muy viva haciendo ese perfil de Facebook y lo podés hacer meter la pata con cosas. Por ejemplo, no sé si todo el mundo que pone un like sabe que a todo el mundo le va a aparecer que le gustó eso. Por ejemplo, si una persona mayor comenta una nota de diario y la critica, no sé si sabe que eso puede aparecer en su muro. Y creo que si lo supiera quizá no lo haría. Eso sí creo que es una forma de invadir la privacidad de la persona. A veces ni se da cuenta uno, que está todo el día con esto. O por ejemplo, cuando un empleado habla mal del jefe. La cuenta de Twitter es personal, si vos escribís tal o cual cosa, no sé si la gente quiere que los demás se enteren. Si vos querés poner en tu muro de Facebook que te gusta tal o cual cosa, bueno lo haces a conciencia. Pero si vos no sabés que algo que haces puede aparecer, y exponerte (porque vos podes tener simultáneamente sincronizado y se pueden mezclar las cosas). O bien sin tenerlo sincronizado. La impulsividad que tienen las redes sociales hace que vos y escribas mal del jefe, por ejemplo. Para mí ahí se daña la publicidad. Yo no entiendo cómo no hay más casos de… cómo lo puedo explicar… es muy fácil quemar a una persona en Google. Si vos tenés un resentimiento con alguien, es muy fácil mandarla al frente. Con dos o tres maniobras haces que cuando alguien googlee a esa persona encuentre algo malo de ella. Yo no entiendo cómo no hay gente que no lo hace eso. Hay empresas muy obsesionadas en cuidar todos los comentarios de sus servicios o productos en Internet. Porque hay mucha gente resentida (con o sin razón) que va y manifiesta su opinión y aparece en Google. Y en base a eso, las definiciones de las compras y demás se realizan precio a haber hecho un research en Google. Si vos, cuando vas a conocer a una persona, lo googleás y de esa persona sale algo feo… Por ejemplo, nosotros hacemos reputación on line y la otra vez me llamo una persona y me dice que tiene un problema. Me dice “mira la cuestión es que yo tengo a mi ex pareja que me armo un blog… y mi jefe me dijo que si yo no hago desaparecer ese blog corre riesgo mi trabajo” y bueno uno lo escucha. Cuando entro a ver el blog, era una denuncia de pedofilia. ¿Será verdad? ¿Será mentira? Si es verdad estoy hablando con un enfermo. Si no es verdad, pobre tipo le arruinaron la vida. Esto puede ser verdad o puede ser mentira, pero la ex pareja lo arruinó, literalmente lo arruinó. Si es mentira, le causó un perjuicio tremendo, y quizá que hay gente que ni se entera que tiene esas cosas. Ahí es donde está el problema de la privacidad. Para mí, es mucho más grave que la recopilación de datos. O cuando las empresas publican contenido de sus empleados en la web sin consultarles, o cuando trabajas en una empresa y te obligan a que aparezcas en la página web de la empresa. Y eso también es invadir la publicidad. Por ejemplo el poder judicial de la nación uno de las fallas que tiene es que los fallos judiciales lo publican en la web. Entonces si vos tenés una causa por algún tema puede aparecer en la web. Y si vos querés hacer negocio con alguien y ve que vos tenés una causa judicial por estafa… capaz que ese fallo después se revirtió en la Cámara, pero en principio vos ves una mancha. Eso no está bueno.»
9) Una hipótesis del trabajo es que, al presentarse los “Términos y condiciones” de las cuentas, las redes sociales dan aviso del uso de la información de los usuarios. Pero, al mismo tiempo, las redes sociales se aprovechan del hecho que si los usuarios no aceptan los “Términos y condiciones” quedaría excluido de un círculo social cada vez más abarcativo. ¿Qué opina al respecto?
«Creo, como opina todo el mundo, que ninguno de nosotros lee eso. A mi forma de ver, es más lo que nos dan que lo que pagamos. Yo sé que estoy en Facebook y he firmado el pacto con el diablo, en el sentido que todo lo que está ahí pertenece a Facebook y si mañana quisieran hacer una campaña con la foto de mi hija lo pueden hacer. Pero también el servicio de Facebook es interesantísimo para un montón de cosas. Yo he recuperado relaciones, he tenido relaciones ya que el vínculo de unión pudo ser Facebook nada más. Para mí, eso pagó todo. Entonces, por un lado es verdad que todo lo que le doy a Facebook es de Facebook, me sacan mis datos pero yo creo que no lees los “Términos y condiciones”. Por ejemplo ahora Apple sacó un nuevo sistema operativo, y uno ¿se va a poner a leer todos los “Términos y condiciones” del sistema operativo? Yo creo que no, porque sabes que llevas las de perder. Supongo que hay gente que lo hace pero en su gran mayoría, yo pienso, estamos entregados a todo esto. Y más en este país que no hay regulaciones al respecto. Nosotros que trabajamos con empresas de afuera, uno de los requerimientos era que en los formularios de captación de datos antes se ponía un check box que decía “acepto las políticas de calidad”. Fue obligación mostrar las políticas de calidad, porque si no el que leía tildaba y seguía. Hay gente que lee los “Términos y condiciones”, seguro que hay gente que lo lee. Pero bueno cuando lo empezás a leer es como leer un contrato, y uno tampoco es abogado. ¿Qué tenés que bajarlo, imprimirlo y llevárselo a un abogado? ¿Le vas a pagar una consulta para preguntarle si sacar una cuenta en Facebook o no? Yo creo que si uno está en esto, está en esto. Es como si vivo en una ciudad, tengo que aspirar el humo de los autos. Si vos entras en este mundo digital, entras en el mundo digital con lo bueno y con lo malo. Pienso que hay cosas buenísimas y pienso que hay otras que no están buenas. Yo siempre trato a todo el mundo hacer este tipo de advertencias: “ojo con quedar mal parados, con la privacidad de la empresa, etc.” Pero, por supuesto, son empresas muy voraces que van a querer sacar todo de uno. Encima son gente que ni siquiera están en nuestra patria. Entonces, qué le va a importar nosotros. Opino que la gente no le presta atención a las políticas. La gente hace cosas sin evaluar el costo beneficio, actuamos impulsivamente. En ese sentido, sí considero que se toma provecho de la impulsividad de la gente para invadir su privacidad. ¿No es invasión a la privacidad cuando el celular te pide subscribirte a los mensajitos pagos? Si, y acá sucede lo mismo. Eso es invasión a la privacidad. Todo es un intento de engaño en los medios digitales. Por eso es tan importante la regulación. Si vos dejas avanzar algo y no ponés límites, vos como empresa vas a avanzar lo más que puedas. Así se manejan las corporaciones, van a hacer todo lo que pueden. Si alguien no regula ya sabemos que pasa. No veo que aquí se esté regulando mucho. Si vos tenés un problema acá, ¿dónde haces un juicio? Entonces, sí. Uno firma el contrato con el diablo en la web todo el tiempo. Es el costo que uno asume. Además, tiene otra cuestión que es muy adictiva. Tiene una cuestión de adicción gigantesca. Eso hace que también lo lees y decís: “uh mira eso, uh que peligroso, pero está buenísimo quiero tenerlo también” y lo haces a conciencia, como quien fuma un cigarrillo, sabes que te está haciendo mal pero lo hacés. Si vos le hicieras el Facebook a tu mamá y le publicaste en su muro que fue a comer con 10 amigas, y después se fueron a bailar tango, y le aceptaste amistades a tu mamá y después te peleas con tu mama y se lo dejas su Facebook ¿Qué hace tu mamá? ¿Llama a Mark Zuckerberg y le pide que le baje el Facebook? Va a quedar su Facebook ahí, diciendo que fue a bailar tango con sus amigas, y quizá tu mama no quiere que le muestren eso. Es un ejemplo muy pequeño pero es medio tirado. Pero es lo mismo que en la vida social. Cuando vos vas a comprar un teléfono no sé si lees todo. De hecho, hay cosas que si uno las lees, aunque las leas y no las entendés, vos tenés manera de cubrirte. Es como si en una empresa te hacen firmar un contrato de confidencialidad en inglés, y vos no sabes mucho inglés, y cuando salís de la empresa metes la pata porque el contrato de confidencialidad porque tiene una clausula medio excesiva. Yo no sé si después te pueden hacer valer esa cláusula. Es todo discutible. ¿Pero qué en el mientras tanto? »
10) ¿Piensa que los usuarios conocen y aceptan el acuerdo «servicio de red social a cambio de exponer sus datos y publicidad»? ¿O cree que las redes sociales toman provecho de la dependencia de los usuarios a pertenecer a ellas y el uso que hacen de su información puede considerarse como una invasión a la privacidad de los usuarios? ¿Por qué?
«Yo creo que los usuarios están paranoicos con otros temas, no tanto con la publicidad. Están muy paranoicos con el tema de la seguridad. Que si publican la foto de la hija, le van a secuestrar la hija. Que si publican la foto que están jugando al tenis en tal lugar con la camioneta se la van a robar. Piensan en eso más que estar temerosos porque van a usar sus datos para la publicidad. El miedo pasa más por una cuestión de que quieren preservarse, quieren ser más anónimos. La mayoría de la gente no quiere mostrarse. Yo pienso que la gente está más preocupada por no exponerse por eso. Como la mayoría de la gente no entiende que todos esos datos van a ser procesados para que esto se transforme en 1984, como se suele decir. Es decir, no saben que sus movimientos van a ser seguidos para luego sacarles provecho por los marketineros. O sea, por un chupetín matan por ir a hacer un focus group para publicidad. Entonces, no sé si les da miedo eso, creo que si sienten miedo es más profundo: a la seguridad, a la privacidad, pero la privacidad más profunda. Si uno le dijera clarito “mira voy a rastrear tu información en web para hacer publicidad y para que la publicidad te llegue a vos, yo creo que a nadie le molestaría. Estamos en una sociedad que estamos en medio de la publicidad. Cuanto más relevante sea la publicidad menos distracciones tendremos. Para mí, el miedo de la gente es otro tipo de miedo, es un miedo más esotérico, como si le van a robar parte de la identidad. Pero yo soy pro-Facebook, y de todos los lugares digitales porque creo que todo lugar digital que estés ocupando no lo está ocupando otro. Entonces, cubrís el lugar. Si vos dejas el lugar para ocupar puede que te lo ocupe otro, y si te lo ocupa otro con tu nombre, ¿qué hacés? Estás en un problema. Nunca sabes que puede pasar con tus cosas. Entonces, yo prefiero ocuparlo yo, y que este ahí. A veces me pasa que hasta desconfío de la gente que no tiene Facebook. Es como que no tenés prontuario. Decís, ¿Se mandó una macana? ¿No querrá que lo escrachen? ¿No querrá que lo encuentren? Mucha gente lo que hace, se hace Facebook, se pone una foto de perfil y lo dejan ahí al Facebook.»
– Anexo – Planilla de registro de cuenta de Facebook